Las familias de AMPGYL queremos expresar nuestra solidaridad con los padres, familiares y amigxs de Samuel. Las familias de la entidad queremos expresar nuestra esperanza de que se haga justicia en el juicio por el asesinato de Samuel Liz, un joven que fue atacado y apaleado hasta la muerte por el simple hecho de ser gay.
En estos días nos sobrecoge el miedo y un profundo dolor. Es una herida que se vuelve a abrir cada vez que adolescentes y jóvenes LGTBIQ+ sufren violencia en las calles, en el instituto o en tantas esferas de nuestras ciudades y pueblos. Nos duele que un joven de 24 años sea asesinado a causa de un odio que no acabamos de comprender, pero sobre todo nos aterra pensar que sobre nuestras familias sobrevuela una amenaza que nos impide vivir en paz.
La LGTBIfobia no puede ganar espacio en pleno siglo XXI. Las víctimas de esa intolerancia estructural que nos rodea son nuestrxs hijxs, pero también sus padres y madres, que vivimos bajo el miedo de que les hagan daño. Al mismo tiempo, oímos demasiado a menudo que en este país “ya no pasa nada” y que eso de la homofobia es cosa del pasado.
La mayor victoria del machismo o la LGTBIfobia es negar su existencia. Los delitos de odio seguirán teniendo lugar hasta que tomemos conciencia como sociedad de nuestros propios prejuicios y hagamos algo al respecto.
Desde AMPGYL esperamos que la sentencia por el asesinato de Samuel Liz sea justa, sea ejemplar y no quede impune. Luchamos por un mundo en el que nuestros hijos, hijas e hijes puedan salir y disfrutar del ocio sin miedo. Luchamos por un mundo que asuma la diversidad, en todas sus formas y colores. Porque todas las personas son diversas pero en derechos han de ser iguales.